Me he encontrado haciendo, haciendo y haciendo numerosas tareas rutinarias en actividades en diferentes roles: como consultor, como administrativo, cómo estudiante, como analista y si bien soy partidario de ver el “vaso medio lleno” o rescatar que quizás ese trabajo no sea lo que más me agrade o me catapulte hacia mi siguiente nivel y siempre agradeciendo que me permitió financiar mis cursos, capacitaciones, viajes, diversión o lo que fuera me encuentro con la inevitable  pregunta ¿Qué de todo lo aprendido es para mí una habilidad trasladable?

La habilidad trasladable es un concepto que se me ocurrió al reflexionar sobre si la tarea que estoy desempeñando actualmente me brinda una habilidad o destreza que pueda aplicar en mi vida o bien en otra actividad que este alineada con mi propósito, con mi misión de vida con mi para qué declarado. Si no es así es una oportunidad para revisar si estas habilidades que son como herramientas que llevamos en nuestra mochila para recorrer la excursión de la vida me ocupa lugar o simplemente la considero valiosa para tener a la mano en el camino que decido recorrer.

Esto lo sentí bien fuerte al  inicio de mi etapa laboral desempeñando tareas administrativas como: imprimir facturas, colocarlas en un bolsín que se dirigía  a distintas zonas del país y cargando datos en una computadora. Levantarse por la mañana, tomar subte o colectivo para llegar al escritorio y hacer lo mismo que el día anterior, y el anterior y así sucesivamente. Sin ánimo de juzgar la tarea en sí misma en cuanto a su utilidad, ya desde temprana edad esta repetición de tareas me sumergió en un estado de aburrimiento, de pesimismo, de apatía, de locura. Me sentía un autómata, una máquina similar a la película “Tiempos Modernos” de Charles Chaplin pero con mejores condiciones laborales, desesperado refugiándome en un rayito de luz que colaba por la ventana frente a un cielo azul inmenso…¿Qué hago aca?

Esto no está ni bien ni mal, si te hace feliz, te gusta hacer todos los días lo mismo, tener cierta comodidad o “certezas” genial!

Ahora bien, si detrás de esta comodidad o mundo predecible se encuentra escondido un sueño frustrado, un deseo de algo nuevo, de cambio sin importar que te genere miedo, ansiedad o lo que fuere quizás hoy si te diste cuenta de esto ya es un gran paso. Un paso importante para comenzar tu viaje maravilloso hacia un nuevo estilo de vida. No importa que edad tengas, tu situación financiera, tu situación afectiva, tu situación familiar  o estado de salud siempre hay un mundo de posibilidades que tenemos a nuestro alcance y que muchas veces lo tenemos a sólo una conversación de distancia.

Te propongo que hoy te mires, abraces, te acaricies, te quieras y te conectes con tu niño interno sólo unos minutos. Esta noche cuando apoyes la cabeza en tu almohada, anímate a preguntarte  si eres feliz con la vida que tienes. No hay respuesta correcta o incorrecta. Pregúntale a tu corazón, a tu alma, a tu espíritu a lo que creas. Si tu repuesta es negativa, tengo una noticia importante para ti! Acabas de tomar consciencia  y ahora ya no te puedes hacer el distraído, ya no sos víctima de tu destino sino que  está en vos hacer algo para forjar tu camino y vivir la vida que deseas.

¡Que tengas una excelente jornada!